Febrero 27.

Quiero entender,
quiero saber cómo actuar.
Me muero por estar cerca,
quisiera besarte,
abrazarte y no soltarte.
No sé cómo seguir.
Es egoísmo y está bien,
aunque no estemos bien.
¿Quiénes somos para exigirnos?
¿Quiénes somo si no estamos?
Eres contradicción,
eres mala interpretación.
No sé qué pensar cuando regresas mis te extraños,
no sé qué cómo proceder.
Está mal sentirse herida,
pero hasta qué punto es admisible.
Es extraño,
no quiero darle pauta a algo más.
Existo y lo intento,
no es paciencia sino templanza,
confianza de que todo va a mejorar.
Las malas duelen,
las buenas desaparecen.
Prometimos no alejarnos,
prometimos no dejarnos.
Me siento abandonada,
Como si no importara.
Es egoísta y está en su derecho,
pero yo no corro al mismo tiempo.
Me siento en un desierto,
sola en medio de una tempestad.
Lo peor es que sé que no vendrás.
Te quedarás en la orilla,
y no reaccionarás.
Me romperé en mil pedazos y no lo sabrás.
Eres a quien recurriría en una noche como estas,
Eres a quien le pediría el consuelo que tanto anhelo.
¿Pero qué clase de persona sería si te lo hiciera saber?