SIN PENSAR.

Llevo varios días sin escribir algo cuerdo,

a veces hablo de la vida, otras veces de ti y algunas mas de lo lejos que me encuentro de mi.

Es raro, sabes, comienzo a sentirme invencible de nuevo.

Le sonrío al techo minutos antes de dormir,

estoy comenzando a soñar, cosa que deje de hacer, cuando desapareciste.

Tengo miedo, no se que pasa.

Ya se, pasa que siempre tengo miedo,

miedo de ti y de lo que tu nombre conlleva;

miedo de cualquier impulso que llegue a tener.

Las conversaciones son cada vez mas largas, 

y yo, yo solo trato de hacerlas mas cortas.

No quiero pensar, solo trato de sonreír, y vivir lo que tenga que vivir.

Es una revolución, cuerpo y alma se enfrentan de nuevo,

suele mirarlo, a veces cuando nadie me observa suelo pasar mis ojos por ahí.

Lo ven, nada tienen sentido, ni cordura, no entiendo nada.

Quisiera desaparecer, huir y dejar todo inconcluso,

ya se, estoy entrando en pánico.

Queridos lectores, os merecéis una disculpa, esta loca esta delirando.

¡Basta ya! Los mareos los controlo, e inclusive soporto el intenso dolor de cabeza.

Lo que pasa es que dudo de tus intenciones, 

aquellos anteojos desvían tu mirada, dime algo real, algo situado en buenos fundamentos.

Como lo dije antes, no entiendo absolutamente nada. 

Me despido con un grato saludo, ya se, no concuerda lo anterior, 

pero no me importa ya, no busco que algo concuerdo, 

solo te busco a ti, y a eso que tienes para hacerme sentir invencible.